Un sofocante cansancio de ojos, sofocante por pesado, se estiraba para abrir la puerta... Los pasos del fantasma, no pueden abrir la puerta... Pero había ruido de puerta abierta que luego se cierra...
Cerca del ojo, un cosquilleo amargo, que adormecía hasta lo eterno... ¿Pero es sueño, acaso?¿Podría convertirse en luna?..
Quizás, se pinchaba un ojo. Pero eso no significaba un pirata. Se lo comían como un queso que caía del cielo...
El queso del sueño. El queso de Brasil con aroma vaca. El queso que le deje, mientras estaba durmiendo... ¿Durmiendo?...
Durmiendo, no me ve y así se lo dejo a escondidas porque me intimida... Pero, ¿dormía?...
¡Ay! ¡Que sorpresa al despertarse y encontrarse con un pedazo grande de queso con aroma a vaca!... Y quizás, lo repartió...
Ahora, el sueño, aparecía como aquel queso cayendo del cielo. Una delicia.
Yanin
