Dormir es un placer
El diablo se adueña del sueño
y captura el alma.
El placer de dormir
se convierte en deseos
y atrae la tentación
Hay placeres más grandes que otros,
el dormir es uno de aquellos que pasa desapercibido
Porque el demonio nos prefiere dormidos
La dulzura del sueño acaricia
nuestros pétalos
como caramelos con miel
y nos baña en las aguas de la ilusión.