("El cosmos debajo", Yanin)
Se iban cortando.
Duraba poco el reconocimiento. Volvía a desaparecer el momento compartido
y, otra vez, se vería una diferente anécdota, que cumplía sueños ajenos y se presentaba como atrayendo ilusiones.
... Una película real pretendía atraparme... Obtener mi sangre, chupar la miel y vaciarme.
Encantamientos que viven en los dormidos y succionan su energía como pociones del despertar para crear máscaras que dibujan, en tu corazón, otra fantasía y mantienen lo que se oculta.