Secos mis ojos,
atrapados entre aspiradoras y baldes que tapan la miel.
Seca mi memoria,
con los recuerdos distribuidos, repartidos para no volver a revivirlos.
Seca mi energía,
por un grano que era como una miga
Seca mi conciencia,
evaporada y convertida en niebla
Seca de desierto
y me atrapo el agua
que ahoga mi fuego
("El cosmos debajo", Yanin)
Se iban cortando.
Duraba poco el reconocimiento. Volvía a desaparecer el momento compartido
y, otra vez, se vería una diferente anécdota, que cumplía sueños ajenos y se presentaba como atrayendo ilusiones.
... Una película real pretendía atraparme... Obtener mi sangre, chupar la miel y vaciarme.
Encantamientos que viven en los dormidos y succionan su energía como pociones del despertar para crear máscaras que dibujan, en tu corazón, otra fantasía y mantienen lo que se oculta.
("Nubes sirenas", Yanin)
Tres puntos... ¿Oh, dónde estaba la Misericordia? ¿En el río nadando como una sirena o como un tesoro escondida por su belleza?
Quizás recortada en varias partes: M-i _ s-e_ r-i _ c-o-r_ d-i-a... Ya no significa nada, solo letras sueltas que, si se unen con otras, formarían nuevas palabras; como el oxígeno cuando se une con el hidrógeno y forman el agua, o como el universo con los elementos sutiles que, al unirse, formaban nuevos elementos u otros planetas...
La tierra fértil y rojiza llena de hierro, con colores verdes fluorescentes y las hojas violetas o moradas jugosas de clorofila, jugaban con el río que fluía, impregnando su energía, y su melodía llenaba el espacio.
Los frutos salvajes de esencia selvática, con monstruos en los árboles, gigantes y oscuros, como momias o enormes sombras... ¿Se movían? Quizás, pero aparecían por la noche.
Un aire cálido me rodeaba por momentos y quemazones o ardores en el interior... Solo por momentos, las puntadas del corazón, como una conexión o el llamado de la traición...
Yanin
("Briklian", Yanin)
Cuando la materia habla sobre el tiempo,
demuestra la monstruosidad del alma,
dice sobre pequeñeces y también sobre vacíos
Como si dejara marcas en nuestro cuerpo
para anunciar el lenguaje del silencio
y describir la personalidad callada.
Ya descansa alma solitaria,
tus vagabundas horas son del cielo
y en aterciopelado sol,
brillas cual granizo de cristales.
Nadie puede entenderte
porque habitas los mundos desconocidos y,
aunque se estudie tu naturaleza,
eres el sinónimo del misterio.
Yanin
