¿Qué le sucede a éste tormento tan infantil,
que infecta los nervios
como espantos activos de la noche
tenebrosa del sol?
Ya no son cantos
estas ondas del ruido
Ahora estaré sola
y las sombras se me acercarán
para empequeñecerme y acobardarme.
En el llanto profundo del apego
que ama lo que no quiere soltar,
en vez de amar
lo que dejamos en libertad.