("Cultivo de venas", Yanin)
Otra noche en la plaza, siempre rodeada de parejitas que vienen a comer y a no gastar. Entonces se genera otro tipo de encuentro.
La tierra está desnuda, no la cubre el pasto, aunque tiene algunos árboles, sin embargo tiene más negro que verde, mientras las hormigas resaltan a través del movimiento.
Hoy venir a la plaza me hacía recordar a alguien, como si algo se volviera a repetir, pero distinto.
Hay gente que admira a los que están solos y hay otros que lo ven mal. Yo no sé en cual, de esas categorías, estoy, quizás en ninguna de las dos porque el tronco se parece a dos tigres mimándose, uno al otro, pero inmóviles. como una escultura de madera.
Una escalera sube al cielo con rayos partidos. ¿Acaso se flota en el laberinto de los rostros?.. Varios aullidos dibujan ideas en la cabeza, solo para alimentarse de un vagabundo herido que no encuentra el camino, aunque rendido y borracho se tambalea como un bailarín mientras sus palabras caen sueltas y sonámbulas, con una intensa ola borracha a punto de ser tragada. Ahogándose por mantener su boca abierta y no perderse ni una gota de alcohol, aunque rebalsaba de sus labios por los costados. Pero se acercaba el olvido, en una gigante nube gris con luces de colores que le decían: OLVÍDATE DE TI MISMO.
Esa nube comenzaba a cubrirlo, mientras sus vómitos amarillos, se desparramaban como la lava de un dragón sacando hacia afuera el revoltijo de un estómago ebrio que hizo todo al revés y la calesita comenzó a girar en sentido contrario... En esos momentos, son muy apreciados los accidentes y la muerte puede aparecer de golpe, disfrazada y solitaria, como si algo la llamara a acercarse. Pero un acercamiento no significa el fin, solamente un pequeño roce con lo desconocido.
En este instante, justo acaba de aparecer ese vagabundo de quien estaba escribiendo. Esta descalzo y con una cerveza en la mano. Se acaba de sentar al lado mio y comenzó a hablarme con un tono embriagado... Yo lo veo muy natural esto, después de todo a cuantas personas se le aparecen, esos personajes, en el mismo momento en que lo estaban escribiendo. Así que me quedo hablando con él y después les cuento...
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